Cuando los pacientes están sometidos a cuidados intensivos y escuchan su
música preferida, necesitan un 38% menos de sedación y analgésicos,
concluyó un estudio realizado entre unos 400 pacientes
Una nueva herramienta podrán utilizar ahora
las unidades de cuidado intensivo de hospitales y clínicas para ayudar a
los pacientes a salir de su condición crítica y reducir las secuelas
que provoca una estadía en este tipo de servicios.
Se trata de hacerles escuchar su música favorita, lo
que reduce la ansiedad que experimentan y permite disminuir las dosis de
sedantes y analgésicos que necesitan. El estudio, en que participaron
unos 400 pacientes de cinco hospitales de la zona de Minneapolis, en
Estados Unidos, se publica online en la revista JAMA.
Los pacientes, con la ayuda de un terapeuta, pudieron
elegir su música favorita, que después escucharon con
auriculares. Cuando se les aplicó la terapia musical, estos pacientes
experimentaron una reducción de un 36% en sus niveles de ansiedad y
necesitaron dosis un 38% menor de sedantes y analgésicos.
Para esta investigación, que se extendió desde
septiembre de 2006 hasta marzo de 2011, se reclutaron pacientes con una
edad promedio de 59 años que requirieron ventilación mecánica porque
sufrían una falla respiratoria.
Todos recibían sedación y analgésicos intravenosos
para reducir su ansiedad y permitirles sincronizarse mejor con la
ventilación.
Un grupo de médicos de la Facultad de Medicina de la Sorbonne comenta
este hallazgo en un editorial de la revista.
Ellos advierten que los estudios demuestran que
cuando el paciente está en la UCI experimenta confusión, delirios,
estrés agudo, pesadillas, alucinaciones y trastornos del sueño.
Para los expertos, el mayor progreso que representa
esta investigación es la posibilidad de reducir en forma importante la
sedación, ya que se le asocia en forma crucial con problemas de memoria
después que la persona se recupera.
"La música les da a los pacientes un estímulo que es
familiar y confortable, y cuando es la favorita de la persona, le
permite aminorar su ansiedad. Se trata de una medida de bajo costo,
fácil de implementar y que disminuye notablemente los efectos adversos
de estos cuidados intensivos", escriben los autores del trabajo, que fue
liderado por Linda L. Chlan, de la U. Estatal de Ohio. (El
Mercurio/GDA)