domingo, 6 de abril de 2014

Microchip inalámbrico sobre la piel monitorea

 



Desde el ritmo cardíaco a los niveles de colesterol,
desde el azúcar en sangre al aumento del ácido úrico, todo podrá ser
controlado en breve a través de un minúsculo microchip que se colocará
sobre la piel, sin necesidad de inserción subcutánea ni de ningún tipo
similar.


Del tamaño de una moneda, el adminículo es apenas visible
y contiene los sensores y circuitos que abrirán una “nueva puerta a la
medicina preventiva, basada en dispositivos elásticos que se adhieren a
la piel”, según plantea el equipo dirigido por el doctor Sheng Xu de la
Universidad de Illinois (Estados Unidos) al que se han sumado
desarrolladores. de las universidades chinas de Tsinghua y de Zhejiang, y
de Hanyang, en la República de Corea, según publica la revista Science.


El control permanente del paciente fuera del hospital

A través de placas de circuitos expandibles los científicos han creado superficies adhesivas que contienen microfluídos suspendidos en soluciones de polímeros,
que permiten una adaptación mecánica inmediata a cualquier parte
prácticamente del cuerpo del paciente. El dispositivo vigilante es
sumamente suave y flexible, con lo cual los pacientes con enfermedades
crónicas, o que necesitan atención especial durante varios meses como
las embarazadas, así como los ancianos cuyas patologías evolucionan
constantemente, podrán estar atendidos directamente con la información sanitaria necesaria,
sin necesidad que se apersonan en las clínicas hospitalarias, por lo
general saturadas de consultantes en más de la mitad de los países del
mundo.

Cual es la mejor dieta ?¿?

Una alimentación adecuada puede aumentar la esperanza
de vida y disminuir el riesgo de sufrir enfermedades crónicas. El
problema es elegir entre las distintas dietas de moda. ¿Conviene dejar
fuera las carnes y apegarse al veganismo? ¿Hay que preferir una dieta
baja en carbohidratos o seguir la paleolítica (basada en cómo habría
sido la alimentación en la prehistoria, es decir, evitando los alimentos
procesados y lácteos y, en cambio, preferir vegetales, frutas, huevos y
carnes magras)? ¿O quizás seguir la famosa dieta mediterránea o una
baja en índices glicémicos?
Para llegar a una conclusión, el doctor David Katz, del
Centro de Investigación y Prevención de la Universidad de Yale, y su
colega Stephanie Meller escribieron un largo análisis en la revista
científica Annuals Reviews.
Para la publicación, Katz y Meller analizaron diversos
estilos de alimentación, describiendo sus cualidades para la salud. Así,
por ejemplo, afirman que la dieta vegetariana se asocia a una menor
posibilidad de cáncer y problemas cardíacos, o que la DASH (rica en
verduras, legumbres, pescados, y con énfasis en los productos lácteos
descremados) es útil para combatir la hipertensión.
Sin embargo, según los investigadores, no es posible
saber cuál es la dieta más saludable. Además, sostienen, hay varias
similitudes entre ellas, aunque sus distintos creadores traten de
diferenciarlas.
De hecho, los elementos comunes de estos tipos de
alimentación son los que las vuelven beneficiosas. "Todas tienen en
común una baja cantidad de azúcares refinados y de alimentos procesados,
limitada cantidad de algunas grasas, énfasis en alimentos vegetales
integrales, con o sin adición de carnes magras", sostienen en el
artículo. "Debemos comer alimentos sanos, sobre todo plantas, incluyendo
verduras, frutas, porotos, lentejas, nueces y granos enteros. Después
de eso, puede agregar o quitar otros alimentos y terminar siguiendo
algunas de estas dietas, todas las cuales son mucho mejores que las que
come la mayoría de las personas en los países desarrollados hoy en
día", sostiene Katz.
El médico está "particularmente en contra de dietas
basadas en comida rápida o en una alimentación rica en grasas o carnes
procesadas. "La típica dieta americana no la recomendaría".



Giselle Muñoz, nutricionista, concuerda con Katz.
"Normalmente estas dietas (como la mediterránea o la baja en
carbohidratos) se caracterizan por ser regímenes fraccionados y bajos en
índices glicémicos, lo que siempre es recomendado". Sin embargo,
recuerda que es necesario ajustar la dieta al estilo de vida de cada
persona, según la cantidad de ejercicio que practica y sus
requerimientos nutricionales, por lo que consultar a un equipo
interdisciplinario es clave.

Frutas y verduras por siete

Comer siete porciones o más de frutas y verduras por
día puede salvar vidas y definitivamente prolonga la buena salud en las
personas, de acuerdo a un estudio de científicos británicos difundido
esta semana.
La investigación de expertos del University College
London (UCL), que estudió los casos de 65.226 hombres y mujeres,
concluyó que cuanto mayor es la proporción de frutas y verduras
consumidas, menor la posibilidad de morir en cualquier edad. Los
científicos indicaron que comer al menos siete porciones de frutas y
verduras al día reduce drásticamente los índices de cáncer y problemas
cardíacos en las personas.
Para el reporte científico, los expertos estudiaron
datos del Informe Nacional de Salud, que acumula cada año información
dietaria y de estilos de vida de la población de Inglaterra a partir de
cuestionarios realizados por médicos y enfermeras.
La investigación reveló que el riesgo a una muerte
prematura a partir de cualquier causa decreció cuando el consumo de
frutas y verduras de una persona fue mayor. El riesgo de muerte por
cualquier causa durante ese período se redujo en un 14% al comer una a
tres porciones de frutas y verduras al día; 29% entre tres y cinco
porciones al día; 36% entre cinco y siete porciones; y un 42% entre
siete y más (hasta diez porciones) de esos alimentos durante la jornada.
El mercurio