martes, 5 de agosto de 2014

análisis sanguíneo podría predecir el riesgo de suicidio?

n sencillo análisis de sangre podría contener
pistas sobre si una persona está en riesgo de suicidio, sugiere un
estudio reciente.

Unos cambios químicos en un gen que tiene que
ver con la respuesta del cerebro a las hormonas del estrés podrían
ayudar a fomentar los pensamientos y las conductas suicidas, explicaron
los autores del estudio. Detectar esos cambios en una muestra de sangre
podría ayudar a alertar a los médicos sobre el riesgo de suicidio de un
paciente, apuntaron.

"El suicidio es un importante problema de
salud pública que se puede prevenir, pero nuestros esfuerzos de
prevención se han visto impedidos porque no contamos con una forma
consistente de predecir quién está en un mayor riesgo de suicidarse",
señaló en un comunicado de prensa de la Universidad Johns Hopkins el
investigador líder del estudio, Zachary Kaminsky, profesor asistente de
psiquiatría y ciencias conductuales en la Facultad de Medicina de la
universidad.

"Con una prueba como la nuestra, quizá podamos
controlar las tasas de suicidio al identificar a esas personas e
intervenir lo bastante pronto como para evitar la catástrofe", planteó.

En
el estudio, que fue financiado en parte por el Instituto Nacional de la
Salud Mental de EE. UU., los investigadores analizaron unas mutaciones
genéticas en un gen conocido como SKA2. Como explicaron los
investigadores, el gen SKA2 se expresa en una parte del cerebro que es
responsable de bloquear los pensamientos negativos y controlar la
conducta impulsiva. El gen también es esencial para mover unos
receptores de la hormona del estrés que suprimen la liberación del
cortisol, la "hormona del estrés", por todo el cerebro.

Si el
SKA2 cambia de alguna forma, esos receptores de la hormona del estrés no
pueden realizar su función, apuntó el equipo de Kaminsky. Estudios
anteriores han mostrado que la liberación del cortisol con frecuencia no
funciona de forma adecuada en las personas que piensan en suicidarse o
que lo intentan, explicaron los investigadores.

Tras comparar los
cerebros de los pacientes con enfermedad mental con los cerebros de
personas sanas, los investigadores hallaron que las que se suicidaron
tenían unos niveles de SKA2 significativamente más bajos.

Dentro
de esa mutación genética común, el estudio también reveló que algunos de
los pacientes tenían un cambio en el gen que alteraba la forma en que
funcionaba. El cambio conllevaba la adición de unas sustancias químicas
conocidas como grupos metilos al gen. Unos niveles más altos de esa
sustancia también se hallaron en los pacientes que se habían suicidado.
Los investigadores confirmaron este hallazgo con dos estudios cerebrales
adicionales.

También se analizaron tres conjuntos distintos de
muestras de sangre de 325 pacientes que participaron en el Estudio del
Centro de Investigación en Prevención Johns Hopkins. Los investigadores
hallaron unos cambios químicos similares en el SKA2 en las personas con
pensamientos o conductas suicidas.

Según sus hallazgos, los
investigadores pudieron diseñar un análisis sanguíneo para predecir
cuáles participantes tenían pensamientos suicidas o habían intentado
suicidarse, con una certidumbre del 80 por ciento. El análisis fue
incluso más preciso entre los que tenían unos pensamientos o unas
conductas suicidas más graves. En esos casos, el análisis pudo predecir
su riesgo con una certidumbre del 90 por ciento. En las personas más
jóvenes, el análisis sanguíneo identificó a los participantes que habían
intentado suicidarse en algún momento con una precisión del 96 por
ciento.

Dos expertos mostraron cierto optimismo ante los hallazgos.

El
Dr. Alan Manevitz, psiquiatra clínico del Hospital Lenox Hill en la
ciudad de Nueva York, aseguró que el estudio era "interesante y
promisorio" pero añadió que "se trata de un estudio muy preliminar que
se basa en una serie de muestras pequeñas, y se necesitan más estudios".

"Es
difícil creer que algo tan complejo como el suicidio se podría atribuir
a un solo gen como predictor del riesgo de intentos de suicidio",
comentó. "Aunque sea promisorio, cualquier hallazgo genético amerita
replicación con unas muestras sustancialmente más grandes de la
población, para descartar hallazgos espurios".

El Dr. Jeffrey
Borenstein, presidente de la Brain & Behavior Research Foundation en
la ciudad de Nueva York, anotó que "más personas mueren por el suicidio
que por homicidio. Una prueba que pueda identificar mejor a las
personas en riesgo de suicidarse tiene un potencial tremendo".

Considera
que "si este hallazgo se confirma, ayudaría a garantizar que las
personas que están en riesgo reciban el tratamiento que necesitan".

Un
análisis sanguíneo para predecir el riesgo de suicidio podría ser
particularmente beneficioso para su uso entre los militares, anotó el
equipo de Kaminsky, para vigilar de cerca a los que están en el mayor
riesgo cuando regresen del despliegue.

Los médicos de las salas
de emergencias también podrían usar la prueba como parte de su
evaluación del nivel de riesgo de suicidio de los pacientes, señaló el
equipo.

"Hallamos un gen que creemos que podría ser realmente
importante para identificar una gama de conductas, desde pensamientos
suicidas a los intentos de suicidio y a la consumación del suicidio, de
forma constante", anotó Kaminsky. "Debemos estudiar esto en una muestra
más grande, pero creemos que quizá seamos capaces de monitorizar la
sangre para identificar a los que están en riesgo de suicidio".



Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

FUENTE: Jeffrey Borenstein, M.D., president and CEO, Brain &
Behavior Research Foundation, New York City; Alan Manevitz, M.D.,
clinical psychiatrist, Lenox Hill Hospital, New York City; Johns Hopkins
University School of Medicine, news release, July 30, 2014

exposición prenatal al alcohol altera el desarrollo de la función cerebral

Ingerir alcohol durante el embarazo podría cambiar la forma en la que se desarrollan las señales cerebrales durante la infancia y la adolescencia, provocando así una persistencia de los trastornos del espectro alcohólico fetal.

Los niños con trastornos del espectro alcohólico fetal (TEAF) muestran una activación del cerebro más débil durante las tareas cognitivas específicas que en sus homólogos no afectados, según un estudio realizado por Prapti Gautam y sus colaboradores del Instituto de Investigación Saban del Hospital infantil de Los Ángeles (Estados Unidos).
La investigación, publicada en Cerebral Cortex, indica la existencia de un posible mecanismo neural para los persistentes problemas de atención observados en individuos con TEAF. Los trastornos del espectro alcohólico fetal abarcan una amplia variedad de síntomas que están relacionados con la exposición de alcohol en el útero, entre las que se encuentra un deterioro cognitivo, déficits de atención y una anomalía en el sistema nerviosa central.
La infancia y la adolescencia, son las etapas donde más se desarrollan las funciones cerebrales responsable rendimiento de la memoria y la atención, por ello ese periodo resulta vital para el correcto desarrollo de las conexiones y redes neuronales. El estudio muestra que una exposición prenatal al alcohol puede alterar el desarrollo de estas funciones cerebrales. Los investigadores observaron a un grupo de niños con TEAF durante más de dos años y a otro grupo de niños que no padecían esa patología, se les realizaron resonancias magnéticas funcionales para observar la activación del cerebro a través de tareas mentales como la atención viso-espacial (cómo percibimos visualmente las relaciones espaciales entre objetos de entorno exterior) y el ejercicio de la memoria.
"Tras el estudio, se demostró que existen diferencias significativas en el desarrollo de la activación cerebral a lo largo del tiempo entre los dos grupos analizados, a pesar de que no diferían en el modo de ejecutar las tareas", ha explicado la principal autora del estudio, Elizabeth Sowell, directora del Laboratorio de Neuroimagen Cognitiva del Desarrollo del Instituto de Investigación Saban.
Finalmente, los resultados demostraron que una exposición prenatal al alcohol puede cambiar cómo se desarrollan las señales cerebrales durante la infancia y la adolescencia mucho tiempo después de que se produjeran los efectos dañinos de la exposición al alcohol en el útero. Un desarrollo atípico de la activación cerebral observada en niños con TEAF podría explicar la persistencia, a medida que crecen, de problemas en la función cognitiva y conductual detectada en este sector poblacional.
Fuente: DMedicina

Todo sobre erecciones matutinas

Suceden únicamente por la mañana?

No, se dan a lo largo de toda la noche, lo que ocurre es que la única
erección que cuenta con testigos a diario es la de la mañana. Pero el
fenómeno se produce durante el sueño, generalmente en relación con las
fases REM (sueño de movimientos oculares rápidos, por sus siglas en
inglés). De hecho, el fenómeno se conoce en la actualidad como
erecciones relacionadas con el sueño (sleep-related erections,
SRE), dado que el nombre técnico que se le dio en la década de
1960, tumescencia peneal nocturna, era algo rebuscado. En adultos, se
sabe que los niveles de testosterona también influyen en el fenómeno.


¿Le sucede a todos los hombres?

En efecto, salvo a aquellos con problemas de disfunción eréctil. Se
trata de un comportamiento completamente natural de un órgano sano, que
se manifiesta a lo largo de la vida de todos los hombres, con
variaciones en función de la edad. El pico de duración de este fenómeno
se da durante la pubertad: entre los 13 y los 15 años, los adolescentes
pasan con el pene en erección más del 30% del sueño. A partir de esa
edad, el duración del fenómeno remite hasta el 20% del sueño en hombres
sesagenarios. En algunos estudios se estableció que durante el sueño se
daban ciclos de unos 85 minutos de los cuales una media de 25 minutos
pertenecían al periodo de erección (la horquilla iría de los 15 a 40
minutos). Incluso los bebés manifiestan el fenómeno: durante estudios
realizados en la década de 1940, se observó a bebés sin pañales durante
el sueño para concluir que también vivían esas erecciones “que
frecuentemente despertaban al niño”.


¿Y a las mujeres?

Por razones obvias, el fenómeno de las erecciones nocturnas del
clítoris ha sido mucho más difícil de estudiar que el del pene. No
obstante, en las décadas de 1960 y 1970 se puso el foco en este asunto
hasta lograr identificar que las mujeres aumentaban el flujo sanguíneo hacia sus clítoris,
del mismo modo que sucede en los hombres para provocar su erección,
agrandando su tamaño y provocando lubricación vaginal durante la fase
REM del sueño. El proceso es, por tanto, muy similar al masculino.


¿Se produce a causa de sueños húmedos o por estar excitados previamente?

 

Platón mantenía que “en los hombres, la naturaleza de los órganos
genitales es desobediente y soberbia, como una criatura que es sorda a
la razón y que intenta dominar todo a causa de sus pasiones frenéticas”.
Pero no se trata, como se pensó durante mucho tiempo, de una rebelión
del cuerpo aprovechando que el cerebro no lleva las riendas. El primero
en dejar claro que estas erecciones no tienen nada que ver con sueños
eróticos fue el doctor Ismet Karacan, experto en trastornos del sueño,
en la década de 1960. Aunque los motivos y el mecanismo que lo detona se
desconocen en detalle, sabemos es que es un fenómeno espontáneo y que
se da con naturalidad en sujetos sanos. Por ejemplo, estas erecciones
nocturnas se ven negativamente afectadas cuando se producen cuadros
graves de fatiga, ansiedad o depresión. No obstante, sí tiene que ver
con nuestra capacidad de soñar: las mejores erecciones nocturnas las
tienen los sujetos que duermen bien y sueñan mucho, seguidos de quienes
duermen mal pero sueñan bien. Las peores erecciones nocturnas se
manifiestan en sujetos con mal dormir y sueños pobres.


¿Tiene relación con las ganas de orinar?

El psiquiatra alemán Richard von Krafft-Ebing,
uno de los grandes pioneros del estudio de la sexualidad humana durante
el siglo XIX, estaba convencido de que las erecciones matutinas se
debían a una vejiga llena. Pero estaba equivocado. No obstante, la
conexión de la vejiga y de la erección con los nervios sacros puede
desencadenar en algún caso esa respuesta refleja. Es probable que, en
muchas ocasiones, un hombre se despierte con ganas de orinar y descubra
su erección, y que esto le lleve a deducir que se trata de causa y
efecto. Pero por esa regla de tres, muchos podrían pensar que las
erecciones se originan porque suena el despertador.


¿Y con las ganas de desfogarse?

Galeno, médico personal de Marco Aurelio, consideraba estas
erecciones un ejemplo de libro de que los sueños reflejan el estado
físico de una persona: “Los hombres llenos de esperma imaginarán que
están teniendo relaciones sexuales”, aseguraba. En su opinión, las
erecciones nocturnas eran consecuencia de la condición física del
hombre, del mismo modo que pensaba que la abstinencia sexual podía
causar locura. En realidad, solamente estaba dando palos de ciego.


¿Estas dudas pueden causar problemas morales?

Durante mucho tiempo, las noches fueron el campo de batalla en los
que los religiosos luchaban por mantener su pureza contra esa bestia
lujuriosa que hacía despertar a su pene contra su voluntad. Los monjes
cristianos culpaban a irresistibles demonios femeninos que les atacaban
aprovechando que eran vulnerables mientras dormían. Llegaban incluso a
atarse crucifijos a los genitales antes de ir a la cama para alejar a
estas demoníacas tentaciones. San Agustín quiso darle a los hombres un
respiro al asegurar que, en sueños, no eran responsables de sus actos
aunque debían sentirse mal por lo que les ocurría. Refiriéndose a las poluciones
nocturnas, dijo: “Si la emisión nocturna se origina en un sueño
erótico, esto no debe verse como algo pecaminoso dado que el dormido no
puede controlar las imágenes que aparecen en sus sueños”. Santo Tomás de
Aquino, también en referencia a las eyaculaciones, aseguró que “un
orgasmo nocturno no es un pecado, pero a veces es fruto de un pecado
previo”. Con la llegada de la estricta moralidad del siglo XIX, se
idearon corsés y artefactos para evitar estas erecciones o su potencial
disfrute.


¿Para qué sirven estas erecciones?

El psicoanalista Wilhelm Stekel identificó en 1920 que la erección
matutina, la última erección del sueño, es un fenómeno que se produce
naturalmente en hombres saludables desde la infancia hasta la vejez. Hoy
en día, la mayoría de los científicos supone que representan un
mecanismo destinado a proteger la integridad de los tejidos de los
cuerpos cavernosos del pene. Es decir, un ejercicio espontáneo en el que
son las arterias las que hinchan el pene con sangre rica en oxígeno
para revitalizar y regenerar sus tejidos. Además, sirven a los
especialistas para determinar si los casos de disfunción eréctil tienen
un origen fisiológico o psicológico.


¿Qué importancia le dieron en el pasado?

Dado que llegó a considerarse un pecado mortal casarse siendo incapaz
de consumar el matrimonio, entre el siglo XIV y hasta bien entrado el
XVII, en la Europa cristiana se realizaban pruebas periciales
que incluían la observación nocturna del esposo. En los casos en los que
un matrimonio sin consumar llegaba a los tribunales, el jurado podía
pasar la noche junto al hombre para observar si se daban erecciones
nocturnas, lo que probaría que podía copular con su mujer. También se
requería una demostración de rigidez, incluso de “elasticidad y
movilidad natural”, según recoge Pierre Darmon.
Este tipo de pruebas derivaron en auténticas sesiones de voyeurismo
auspiciadas por la jerarquía eclesiástica. “En ocasiones, el jurado
exigía tener una demostración de eyaculación”, recuerda el estudio de
Mels Van Driel en The Journal of Sexual Medicine. Con el
tiempo, los jurados no se conformaban con esto y las parejas se verían
en la obligación de mantener relaciones en su presencia.


¿Cómo se estudian estas erecciones?

En la actualidad se usan resonancias magnéticas para observar la
actividad del cerebro y aparatos para medir el calor y el flujo
sanguíneo en la zona genital sin necesidad de invadir la intimidad del
sujeto, pero esto no siempre fue así. A partir de 1955, se usaron donuts
de plástico rellenos de agua que, con el pene en el agujero, si ganaba
volumen desplazaba el agua elevando su nivel en un tubo que observaban
los investigadores. En el caso de las mujeres, en 1972 se usó un sistema
similar que consistía en un balón de aire conectado a una cámara de
presión que avisaba de contracciones musculares en la vagina. Por
supuesto, también se realizan observaciones directas en sujetos desnudos
y por medio de una discreta ventanilla del laboratorio.

REFERENCIA
'Sleep-Related Erections Throughout the Ages' doi: 10.1111/jsm.12557

original:
http://esmateria.com/2014/08/05/todo-lo-que-siempre-quiso-saber-sobre-erecciones-matutinas-pero-nunca-se-atrevio-preguntar/

viernes, 1 de agosto de 2014

Las heces de gato puede ayudar a curar el cáncer

Con el número de casos de cáncer al alza en todo el mundo, la búsqueda de una cura para esta enfermedad es una prioridad para muchos investigadores. Ahora, un equipo de científicos de la Geisel School of Medicine at Dartmouth-Hitchcock Medical Center (EEUU), ha descubierto que un parásito que se encuentra en las heces de los gatos podría servir para crear una vacuna contra el cáncer.

El insecto en cuestión es el Toxoplasma gondii, un protozoo parásito que suele vivir en los intestinos de animales de sangre caliente, sobre todo, en los de los gatos. Así, los expertos están convencidos de que la caca o heces de gato, podría ser la clave de una cura para el cáncer debido a que éste tiene propiedades anticancerígenas.
Cuando este parásito entra en el cuerpo humano, produce una respuesta de creación de las células que combaten eficazmente el cáncer; esto es, a pesar de que el cáncer fulmina el sistema inmunológico del paciente, el parásito puede ayudar a “encenderlo”, deteniendo así la progresión del cáncer. Debido a que el parásito puede causar la enfermedad de toxoplasmosis, no se han realizado pruebas directas en pacientes con cáncer (debido a su debilidad inmunológica), sino que para las pruebas con ratones crearon un parásito mutante llamado “cps”, que es incapaz de replicarse, para asegurarse de que funcionaba exclusivamente como vacuna, eliminando la posibilidad de que evolucione a toxoplasmosis y poner en peligro a los pacientes.
“Los cánceres agresivos parecen rápidos descarrilamientos de trenes en movimiento. Cps es microscópico, pero súper fuerte, el héroe que atrapa los trenes descarrilados, detiene su progresión y les encoge hasta que desaparezcan. Las células de caballo de Troya que albergan cps serán devueltas al paciente como una vacuna contra el cáncer para generar las respuestas inmunes ideales necesarias para erradicar sus células cancerosas y también para proporcionar inmunidad de por vida contra cualquier repetición futura del cáncer”, afirma David J. Bzik, coautor del estudio.
Fuente: Muy Interesante Salud

Descubren la causa detrás de la muerte de un tercio de los pacientes de cáncer

Un estudio publicado esta semana concluye que la caquexia, un síndrome que causa extrema delgadez y debilidad, es la auténtica causa de la muerte de un tercio de los pacientes de cáncer y no el avance del tumor en sí. Los autores afirman que si se inhibe la transformación de grasa ‘mala’ en ‘buena’ los síntomas de la caquexia mejoran, por lo que supondría una nueva vía terapéutica.

La mayor parte de quienes investigan el cáncer se concentran en la biología del tumor en sí. Pero Michele Petruzzelli, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), decidió poner el foco en el resto del organismo para buscar vías de ataque indirecto a la enfermedad.
Su trabajo sobre la respuesta del cuerpo al tumor, publicado ahora en Cell Metabolism, ha descubierto que la caquexia, la extrema delgadez y debilidad que afecta a enfermos en fases avanzadas de numerosas enfermedades, acaba siendo la auténtica causa de la muerte de un tercio de los enfermos de cáncer.
Además, su estudio revela que dicha delgadez se desencadena por un proceso hoy muy estudiado no para combatir el cáncer, sino la obesidad: la conversión del tejido graso blanco en marrón, la conocida como grasa parda.
"Es la primera vez que este fenómeno que podríamos llamar quemagrasa se asocia a un efecto negativo", explica Petruzzelli. "La transformación de grasa blanca en grasa marrón, que es ahora uno de los temas estrella de la investigación por sus potenciales efectos positivos contra la obesidad y la diabetes, tiene consecuencias muy perniciosos en el contexto del cáncer".
Los investigadores afirman además que si se logra reducir la transformación del tejido graso los síntomas de la caquexia mejoran, aunque no desaparezcan del todo. Lo demostraron bloqueando moléculas mediadoras de la inflamación –un proceso vinculado a la caquexia–, en concreto la citoquina IL6.
 "La inhibición del paso de grasa blanca a parda representa, por tanto, una vía prometedora para mejorar la caquexia en los pacientes de cáncer", escriben los autores en su trabajo.
El punto de partida de este trabajo, ha explicado Petruzzelli, fue seleccionar una docena de ratones modelo y estudiar qué transformaciones sucedían en sus cuerpos a medida que se desarrollaba el tumor.
Los investigadores observaron numerosos cambios en los órganos de los animales, que variaban en función del tipo de modelo y tumor. Sin embargo, el efecto de la transformación de grasa blanca en marrón se dio en todos ellos y muy pronto, antes de que se manifestaran los síntomas ya conocidos de la caquexia.

No es ‘autocanibalismo’

La caquexia asociada a cáncer se interpretaba hasta hace poco como una especie de autocanibalismo: el organismo se consume a sí mismo tratando de cubrir las necesidades energéticas del tumor en constante crecimiento. Pero hoy se sabe que pueden producir caquexia tumores de todos los tamaños, incluso muy pequeños, y en etapas muy tempranas del desarrollo tumoral, lo que no casa con la hipótesis. Los investigadores han visto que tampoco obedece a una mayor necesidad del organismo de generar calor.
Estos nuevos datos, y la constatación de que es la caquexia asociada al tumor –y no el tumor en sí– es lo que causa la muerte de un tercio de los pacientes de cáncer, ha impulsado el estudio de este síndrome en los últimos años. Ahora se sabe que está vinculado a la inflamación.
Los resultados indican que si se actúa bloqueando uno de los agentes que promueven esta inflamación, la citoquina IL6, se reduce sustancialmente el proceso de transformación de la grasa y, consecuentemente, la caquexia –aunque los investigadores resaltan que no se logra una curación: la IL6 es solo una de diversas citoquinas implicadas y bloquearla no es suficiente–.

Una vía a la prevención de la caquexia

Este resultado sugiere que los antiinflamatorios podrían ayudar a combatir la caquexia. Pero hay un problema: el desconocimiento sobre este síndrome es aún tal que, hoy por hoy, no es posible predecir qué enfermos de cáncer la desarrollarán.
Para los autores, el actual trabajo podría abrir una vía al descubrir procesos –la transformación de la grasa– muy iniciales en la caquexia. "Permite pensar en la posibilidad de identificar biomarcadores que nos ayuden a predecir qué pacientes van a desarrollar caquexia, de forma que podamos tratarles de forma preventiva", señala Petruzzelli.

Grasa ‘buena’ y ‘mala’

El trabajo relaciona dos procesos –la transformación de la grasa blanca en parda y la caquexia– que por motivos distintos han sido poco estudiados, pero que en los últimos años se han convertido en grandes temas de la investigación en todo el mundo.
La importancia del proceso de transformación de la grasa blanca en marrón en humanos se descubrió hace apenas dos años. La mayor parte de la grasa en un humano adulto es blanca (tejido adiposo blanco), y se sabe que su principal función –no la única– es almacenar energía (en forma de ‘michelines’).
La grasa marrón, en cambio, se quema para producir calor; la grasa de los bebés y de los animales que hibernan es así. En el contexto de la actual epidemia de obesidad, la grasa blanca ha sido apodada como mala, mientras que la marrón es la buena.
El descubrimiento de que los humanos adultos pueden convertir la grasa blanca/mala en marrón/buena mediante el ejercicio o la exposición a bajas temperaturas ha abierto una nueva vía de ataque a la obesidad, y de hecho ya está en marcha la búsqueda activa de herramientas farmacológicas para inducir la transformación.
El nuevo trabajo no valora la bondad o maldad de cada tipo de grasa, pero pone de relieve un proceso que, potenciado, podría combatir la obesidad pero que en enfermos de cáncer debe ser combatido.
Fuente: SINC

Los niños rechazan la comida 'saludable'

¿Quiere que los niños pequeños adopten una dieta más saludable?. No les diga que algo que es saludable es bueno para ellos. Hacerlo en realidad les hará pensar que no tendrá un buen sabor, sugiere un estudio reciente.

"Los padres y los cuidadores que luchan por lograr que los niños coman una dieta más saludable podrían tener mejor suerte simplemente sirviendo la comida sin decir nada al respecto, o (si es creíble) enfatizando lo sabrosa que en realidad es la comida", aconsejaron los autores del estudio, Michael Maimaran, de la Facultad de Administración Kellogg de la Universidad de Northwestern y Ayelet Fishbach, de la Facultad de Negocios Booth de la Universidad de Chicago.
Los hallazgos aparecen en la edición de octubre de la revista Journal of Consumer Research.
Los investigadores iniciaron el estudio para evaluar su predicción de que "cuando se presenta la comida a los niños y se les dice que es para que sean más fuertes o como una herramienta para alcanzar una meta como aprender a leer o contar, concluyen que la comida no es tan sabrosa y por tanto consumen una cantidad más baja", señalaron en un comunicado de prensa de la revista.
En cinco experimentos, los investigadores se enfocaron en niños de 3 a 5 años de edad. En cada uno, los niños vieron un libro ilustrado que presentaba a una niña que comía galletas saladas o zanahorias. Cuando luego se les ofreció la misma comida, los niños del estudio eran menos propensos a comer una de ellas si el libro de cuentos la presentaba como que era buena para su salud o útil en el proceso de aprendizaje.
Los autores del estudio sugieren que los expertos en mercadeo podrían llegar con más facilidad a los padres y a los niños si enfatizan menos el valor sanitario de los alimentos y se enfocan más en la experiencia positiva de consumir el alimento.
Fuente: MedlinePlus News

Bebida de brócoli protegería de contaminación urbana

El brócoli, un vegetal crucífero con interesantes propiedades, ha demostrado ser, en forma de bebida, una magnífica forma de desintoxicar el cuerpo humano de algunos compuestos que van a parar a su interior cuando la persona vive o trabaja en una zona muy castigada por la contaminación, como por ejemplo un polígono industrial repleto de chimeneas que emiten humos, o un área por la que circula un tráfico muy denso de automóviles, camiones y demás vehículos con motor de combustión interna.

El hallazgo puede que haya abierto la puerta a una nueva, barata y fácil estrategia alimentaria de prevención contra enfermedades promovidas por la polución.
Esta demostración de la capacidad antipolución del brócoli se ha hecho en un ensayo clínico en China. En la investigación también han trabajado científicos de la Universidad de Pittsburgh en Pensilvania, y la Escuela Bloomberg de Salud Pública adscrita a la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, todas estas entidades en Estados Unidos.

En el ensayo clínico, con cerca de 300 hombres y mujeres chinos de una de las regiones más contaminadas de China, Thomas W. Kensler, de la Universidad de Pittsburgh, John Groopman, de la Escuela Bloomberg, y sus colegas de instituciones estadounidenses y chinas, han constatado que el consumo diario de media taza de bebida de brócoli producía de forma rápida, significativa y sostenida niveles más altos de excreción de benceno, una sustancia con efectos cancerígenos en el Ser Humano, y acroleína, que, entre otras cosas, provoca irritación pulmonar.

La contaminación del aire, un problema mundial cada vez mayor, causa 7 millones de muertes al año en el mundo, según los inquietantes cálculos de la Organización Mundial de la Salud, y en los últimos años ha llegado a niveles peligrosos en muchas partes de China.
En estudios anteriores se comprobó que las dietas ricas en vegetales crucíferos como por ejemplo el brócoli, la col (repollo), y la col de Bruselas (repollito de Bruselas), reducen el riesgo de enfermedades crónicas degenerativas, incluyendo al cáncer.

El brócoli, ya sea en forma sólida o en forma de bebida, es una fuente de un compuesto que al consumirlo genera sulforafano (una sustancia anticancerígena). El resultado es que se genera un incremento de enzimas que aumentan la capacidad del metabolismo para suprimir del cuerpo compuestos contaminantes como el benceno y la acroleína.

Esta investigación ha recibido subvenciones de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
Fuente: NCYT