martes, 5 de agosto de 2014

análisis sanguíneo podría predecir el riesgo de suicidio?

n sencillo análisis de sangre podría contener
pistas sobre si una persona está en riesgo de suicidio, sugiere un
estudio reciente.

Unos cambios químicos en un gen que tiene que
ver con la respuesta del cerebro a las hormonas del estrés podrían
ayudar a fomentar los pensamientos y las conductas suicidas, explicaron
los autores del estudio. Detectar esos cambios en una muestra de sangre
podría ayudar a alertar a los médicos sobre el riesgo de suicidio de un
paciente, apuntaron.

"El suicidio es un importante problema de
salud pública que se puede prevenir, pero nuestros esfuerzos de
prevención se han visto impedidos porque no contamos con una forma
consistente de predecir quién está en un mayor riesgo de suicidarse",
señaló en un comunicado de prensa de la Universidad Johns Hopkins el
investigador líder del estudio, Zachary Kaminsky, profesor asistente de
psiquiatría y ciencias conductuales en la Facultad de Medicina de la
universidad.

"Con una prueba como la nuestra, quizá podamos
controlar las tasas de suicidio al identificar a esas personas e
intervenir lo bastante pronto como para evitar la catástrofe", planteó.

En
el estudio, que fue financiado en parte por el Instituto Nacional de la
Salud Mental de EE. UU., los investigadores analizaron unas mutaciones
genéticas en un gen conocido como SKA2. Como explicaron los
investigadores, el gen SKA2 se expresa en una parte del cerebro que es
responsable de bloquear los pensamientos negativos y controlar la
conducta impulsiva. El gen también es esencial para mover unos
receptores de la hormona del estrés que suprimen la liberación del
cortisol, la "hormona del estrés", por todo el cerebro.

Si el
SKA2 cambia de alguna forma, esos receptores de la hormona del estrés no
pueden realizar su función, apuntó el equipo de Kaminsky. Estudios
anteriores han mostrado que la liberación del cortisol con frecuencia no
funciona de forma adecuada en las personas que piensan en suicidarse o
que lo intentan, explicaron los investigadores.

Tras comparar los
cerebros de los pacientes con enfermedad mental con los cerebros de
personas sanas, los investigadores hallaron que las que se suicidaron
tenían unos niveles de SKA2 significativamente más bajos.

Dentro
de esa mutación genética común, el estudio también reveló que algunos de
los pacientes tenían un cambio en el gen que alteraba la forma en que
funcionaba. El cambio conllevaba la adición de unas sustancias químicas
conocidas como grupos metilos al gen. Unos niveles más altos de esa
sustancia también se hallaron en los pacientes que se habían suicidado.
Los investigadores confirmaron este hallazgo con dos estudios cerebrales
adicionales.

También se analizaron tres conjuntos distintos de
muestras de sangre de 325 pacientes que participaron en el Estudio del
Centro de Investigación en Prevención Johns Hopkins. Los investigadores
hallaron unos cambios químicos similares en el SKA2 en las personas con
pensamientos o conductas suicidas.

Según sus hallazgos, los
investigadores pudieron diseñar un análisis sanguíneo para predecir
cuáles participantes tenían pensamientos suicidas o habían intentado
suicidarse, con una certidumbre del 80 por ciento. El análisis fue
incluso más preciso entre los que tenían unos pensamientos o unas
conductas suicidas más graves. En esos casos, el análisis pudo predecir
su riesgo con una certidumbre del 90 por ciento. En las personas más
jóvenes, el análisis sanguíneo identificó a los participantes que habían
intentado suicidarse en algún momento con una precisión del 96 por
ciento.

Dos expertos mostraron cierto optimismo ante los hallazgos.

El
Dr. Alan Manevitz, psiquiatra clínico del Hospital Lenox Hill en la
ciudad de Nueva York, aseguró que el estudio era "interesante y
promisorio" pero añadió que "se trata de un estudio muy preliminar que
se basa en una serie de muestras pequeñas, y se necesitan más estudios".

"Es
difícil creer que algo tan complejo como el suicidio se podría atribuir
a un solo gen como predictor del riesgo de intentos de suicidio",
comentó. "Aunque sea promisorio, cualquier hallazgo genético amerita
replicación con unas muestras sustancialmente más grandes de la
población, para descartar hallazgos espurios".

El Dr. Jeffrey
Borenstein, presidente de la Brain & Behavior Research Foundation en
la ciudad de Nueva York, anotó que "más personas mueren por el suicidio
que por homicidio. Una prueba que pueda identificar mejor a las
personas en riesgo de suicidarse tiene un potencial tremendo".

Considera
que "si este hallazgo se confirma, ayudaría a garantizar que las
personas que están en riesgo reciban el tratamiento que necesitan".

Un
análisis sanguíneo para predecir el riesgo de suicidio podría ser
particularmente beneficioso para su uso entre los militares, anotó el
equipo de Kaminsky, para vigilar de cerca a los que están en el mayor
riesgo cuando regresen del despliegue.

Los médicos de las salas
de emergencias también podrían usar la prueba como parte de su
evaluación del nivel de riesgo de suicidio de los pacientes, señaló el
equipo.

"Hallamos un gen que creemos que podría ser realmente
importante para identificar una gama de conductas, desde pensamientos
suicidas a los intentos de suicidio y a la consumación del suicidio, de
forma constante", anotó Kaminsky. "Debemos estudiar esto en una muestra
más grande, pero creemos que quizá seamos capaces de monitorizar la
sangre para identificar a los que están en riesgo de suicidio".



Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

FUENTE: Jeffrey Borenstein, M.D., president and CEO, Brain &
Behavior Research Foundation, New York City; Alan Manevitz, M.D.,
clinical psychiatrist, Lenox Hill Hospital, New York City; Johns Hopkins
University School of Medicine, news release, July 30, 2014

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