viernes, 23 de mayo de 2014

Una buena condición física podría ayudar a los hombres mayores con hipertensión a vivir más tiempo

Ponerse más en forma podría reducir el riesgo de muerte para los hombres mayores con hipertensión, sugiere un nuevo estudio.
En comparación con los hombres que tenían una peor forma física, los que tenían la mejor condición física presentaban la mitad del riesgo de fallecer. Para los hombres con una condición física baja, el riesgo de morir era un 18 por ciento más bajo. Y los hombres que entraban dentro de la categoría de una forma física moderada tenían un riesgo un 36 por ciento menor de fallecer, según el estudio.
"La mayoría de los individuos de edad avanzada puede alcanzar un nivel moderado de forma física si caminan a paso rápido entre 20 y 40 minutos la mayoría de los días de la semana", afirmó en un comunicad de prensa de la revista Hypertension el autor principal, el Dr. Charles Faselis, profesor de medicina en la Universidad George Washington, en Washington, D.C.
Los investigadores usaron una prueba estándar en cinta caminadora para evaluar la condición física de más de 2,100 hombres, de a partir de 70 años de edad, con hipertensión. Se les clasificó como los que tenían una peor condición física, una condición física baja, una condición física moderada o una condición física buena. Se dio seguimiento a los hombres durante un promedio de 9 años.
"Por cada 100 personas de la categoría de los que tenían una peor condición física que fallecieron, fallecieron 82 con una condición física baja, 64 con una condición física moderada y 52 con una condición física buena", indicó en el comunicado de prensa el autor principal, Peter Kokkinos, profesor en el Centro Médico de Asuntos de Veteranos, en la Facultad de Medicina de la Universidad de Georgetown y en la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad George Washington.
"La tasa de mortalidad es la mitad para los que entraban en la categoría de la mejor condición física", señaló.
El estudio fue publicado en línea el 12 de mayo en la revista Hypertension. Aunque el estudio encontró una asociación entre un riesgo menor de muerte y una mejor condición física, no fue diseñado para demostrar que el aumento del ejercicio fuera la causa definitiva de que el riesgo de muerte fuera menor.

FUENTE: Hypertension, news release, May 12, 2014

Internet podría ayudar a los adultos mayores a evitar la depresión

Una herramienta básica de comunicación, como el correo electrónico, puede ayudar a las personas mayores aisladas a combatir la soledad y la depresión, sugiere un estudio reciente.
Las encuestas llevadas a cabo entre 2002 y 2008 hallaron que muchos menos jubilados que dijeron que usaban internet para la comunicación y otros propósitos sufrían de depresión que los que no eran usuarios de internet.
"La clave es que internet ayuda a los adultos mayores a mantenerse en contacto con sus amigos y familiares, y a sentirse parte de una comunidad más grande", aseguró la autora líder del estudio, Sheila Cotten, profesora del departamento de telecomunicaciones, estudios de la información y medios de comunicación de la Universidad Estatal de Michigan, en East Lansing. "Siguen involucrados activamente en algún segmento de nuestra sociedad, y no sienten como que la vida les ha pasado de largo".
La investigación, que aparece en una edición en línea reciente de la revista Journals of Gerontology, Series B: Psychological Sciences and Social Sciences, no prueba que usar internet para mantenerse en contacto con los amigos y familiares lejanos ayude a aliviar la depresión en los adultos mayores. Pero sí sugiere una asociación entre ambas cosas.
La depresión afecta a millones de estadounidenses mayores de 50 años, y las tasas de suicidio son más altas entre las personas mayores, según los investigadores.
Para este estudio, examinaron los resultados de cuatro encuestas administradas a 3,075 participantes de EE. UU. que tenían más de 50 años de edad y no vivían en hogares de ancianos.
Los investigadores ajustaron los resultados de las encuetas por factores como la raza y el estado civil, y en última instancia se enfocaron en las respuestas de 3,058 personas que fueron encuestadas más de una vez.
En el periodo de seis años, entre el 13 y el 15 por ciento de los encuestados parecieron sufrir de síntomas de depresión. Apenas el 9 por ciento de los que dijeron que usaban internet para el correo electrónico o con otros finos parecieron tener síntomas de depresión, en comparación con el 16 por ciento de los que no usaban el correo electrónico ni navegaban por la red.
Los investigadores vincularon el uso de internet con una reducción del 33 por ciento de las probabilidades de depresión. Y la mayor reducción en la depresión se observó entre las personas que vivían solas, apuntaron.
El diseño del estudio no aclara el motivo de que se evitara la depresión. Es posible que las personas recurrieran a internet porque su depresión ya había desaparecido sola, apuntó Cotten.
Pero Cotten cree que es más probable que internet contribuya a aliviar los síntomas de depresión, quizá al reducir la soledad y el aislamiento social.
Una científica social dijo que a partir de la investigación está claro que los adultos mayores están muy motivados para mantener sus redes sociales intactas, y que las relaciones sociales positivas son beneficiosas tanto para la salud física como para la mental. "Todo esto sugiere que hay un potencial de beneficios de salud para los que usan internet para mejorar sus vidas sociales", añadió Lindsay Ryan, científica investigadora asistente del Instituto de Investigación Social de la Universidad de Michigan, en Ann Arbor.
Pero, ¿cuál es la forma más efectiva para que las personas mayores usen internet conecten con los demás? El estudio no aclara esa pregunta, dado que las encuestas no preguntaron a los participantes cómo usaban internet.
No está claro si el correo electrónico, o usar salas de chat o foros en línea, planteó la mayor diferencia. Además, los pilares de los medios sociales de hoy en día, como Facebook, Twitter e Instagram, estaban en su infancia o ni existían cuando se realizaron las encuestas. MySpace ya existía, pero las personas mayores no lo usaban, apuntó Cotten.
Pero Cotten fue coautora de un estudio publicado en 2012 que halló que las personas mayores que usaban Facebook y Twitter tenían un tercio menos de probabilidades de contraer depresión.
En el panorama general, dijo Cotten, el nuevo estudio revela el valor de internet para los adultos mayores. Pero hay una salvedad. Quizá necesiten ayuda para dominar esta herramienta del siglo XXI, señaló.
"No se puede simplemente ponerlos en frente de la tecnología y decirles que la usen, como se haría con un niño", advirtió. "Hay que comenzar por el principio, incluso enseñarles a encender una computadora, y mostrarles cómo la tecnología puede ser útil en sus vidas".
FUENTES: Shelia Cotten, Ph.D., professor, Department of Telecommunication, Information Studies, and Media, Michigan State University, East Lansing, Mich.; Lindsay Ryan, Ph.D., assistant research scientist, Institute for Social Research, University of Michigan, Ann Arbor; March 26, 2014, online, Journals of Gerontology, Series B: Psychological Sciences and Social Sciences

Papás jóvenes están en riesgo de presentar síntomas depresivos,

Los papás jóvenes podrían tener un mayor riesgo de presentar síntomas de depresión después de que nazca el bebé, durante todo el tiempo hasta que el niño esté en kindergarten, sugiere un nuevo estudio.
Los investigadores hallaron que los hombres que fueron padres a los veintitantos años y que vivían con sus hijos, tendían a tener más síntomas de depresión durante los primeros 5 años de la vida de sus hijos.
Los expertos hicieron hincapié en que los hallazgos no significan que los papás jóvenes estén destinados a la depresión clínica. El estudio no demostró que la paternidad temprana provoque síntomas depresivos, sino que solo mostró una asociación entre las dos cosas.
"Pero esto nos muestra un periodo de tiempo en que los padres tienen un mayor riesgo", afirmó el investigador principal, el Dr. Graig Garfield, profesor asociado de pediatría en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern, en Chicago.
La nueva investigación aparece en la edición en línea del 14 de abril y se publicará en la edición impresa de mayo de la revista Pediatrics.
Muchos estudios han examinado el riesgo de depresión posparto de las madres, pero la investigación sobre la salud mental de los padres durante este periodo es mucho más reciente, afirmó Garfield. Los estudios realizados hasta ahora sugieren que entre el 5 y el 10 por ciento de los papás primerizos pueden sufrir una depresión clínica después de que nazca el bebé.
Además, los investigadores han descubierto que cuando los papás están deprimidos, los niños tienden a tener más problemas conductuales y peores habilidades de lectura y lingüísticas.
No está claro qué papel juega en estos problemas la depresión de los papás. Pero, "cuando a los padres les va bien, a los niños les va bien", dijo Garfield, de modo que la salud mental de ambos progenitores es importante.
Para realizar el nuevo estudio, el equipo de Garfield usó los datos de un proyecto de larga duración que empezó realizando un seguimiento a más de 20,000 adolescentes estadounidenses en los años 90. Los participantes rellenaban, con una frecuencia de unos pocos años, un formulario de 10 preguntas para la evaluación de los síntomas depresivos, en el que se preguntaba si se sentían infelices, cansados o si sentían que no gustaban a los demás, por ejemplo.
De los más de 10,600 hombres jóvenes del estudio, un tercio habían sido padres para cuando tenían entre 24 y 32 años de edad. Y, según el equipo de Garfield, las puntuaciones de depresión de los papás mostraron un cambio claro a lo largo del tiempo.
Entre los papás que vivían con sus hijos, las puntuaciones de su depresión aumentaron un promedio de un 68 por ciento durante los primeros 5 años de la vida de su hijo. Los padres que no vivían con sus hijos mostraron una tendencia distinta: sus síntomas de depresión aumentaron después de la escuela secundaria y entonces empezaron a bajar después de que fueran padres.
Aunque un aumento del 68 por ciento suena a mucho, es un promedio del grupo, dijo Garfield. Y para muchos hombres, incluso un cambio tan grande no sería suficiente como para llevarlos a una depresión clínica.
"Muchos hombres empiezan con unas [puntuaciones] muy bajas, de modo que incluso con ese aumento probablemente no presentarían una evaluación positiva de depresión", indicó Garfield. "Pero algunos sí".
¿Por qué se deprimen algunos hombres cuando nace su bebé? "Todavía no entendemos realmente cuáles son las razones", dijo Garfield.
Con respecto a las madres primerizas, los expertos sospechan que la depresión aparece a partir de una mezcla del estrés y los cambios biológicos que llegan con el embarazo y el parto. Los cuerpos de los hombres no quedan afectados con la paternidad, pero sus vidas definitivamente cambian, señaló Eric Lewandowski, del Centro de Estudios Infantiles del Centro Médico Langone de la NYU, en la ciudad de Nueva York.
Los nuevos padres podrían sentir una mayor dificultad económica o más estrés por su matrimonio, por ejemplo, dijo Lewandowski, que no participó en el estudio.
"La transición puede ser difícil", dijo, "sobre todo en la edad en que estos hombres son padres por primera vez, a mitad de la veintena".
Lewandowski indicó que no está claro si sus hallazgos podrían ser diferentes para los hombres que son padres por primera vez pasados los 30 años.
Tanto él como Garfield afirmaron que los resultados llaman la atención sobre la salud mental de los papás. "La crianza es un deporte de equipo, y comprender cómo hacen los hombres la transición a la paternidad también es importante", dijo Garfield.
No hay directrices sobre cuándo o cómo realizar pruebas para la depresión a los que son papás por primera vez. Pero eso podría cambiar si se hacen más investigaciones sobre el tema, comentó Garfield.
De momento, Lewandowski dijo que es importante que los que son padres por primera vez estén preparados para la realidad de tener un hijo. "No son todo rosas. Es duro", apuntó.
Por otra parte, dijo, está "la alegría de tener un hijo", y a un estudio científico le es difícil medir eso y "sopesarlo" con respecto a los aspectos menos positivos de la paternidad. Y quizá para la mayoría de las madres y los padres, dijo Lewandowski, la alegría y las dificultades pueden "coexistir".
FUENTES: Craig Garfield, M.D., associate professor, pediatrics, Northwestern University Feinberg School of Medicine, Chicago; R. Eric Lewandowski, Ph.D., clinical assistant professor, child and adolescent psychiatry, NYU Langone Medical Center, Child Study Center, New York City; May 2014 Pediatrics