Específicamente, la exposición a la asfixia del nacimiento se relacionó con un riesgo 26 por ciento mayor de desarrollar TDAH; al síndrome de dificultad respiratoria neonatal, con un riesgo 47 por ciento mayor, y a la preeclampsia (presión arterial alta durante el embarazo), con un 34 por ciento mayor de riesgo. El mayor riesgo de TDAH sigue siendo el mismo en todos los grupos raciales y etnias, añaden los autores.
"Estudios anteriores han encontrado que la lesión hipóxica durante el desarrollo fetal conduce a importantes lesiones cerebrales estructurales y funcionales en la descendencia", dijo el autor principal del estudio Darios Getahun, del Departamento de Investigación y Evaluación de Kaiser Permanente en el Sur de California (Estados Unidos). "Sin embargo, este estudio sugiere que el efecto adverso de la hipoxia y la isquemia en el desarrollo cerebral prenatal puede dar lugar a problemas funcionales, como el TDAH", matiza este experto.
Los investigadores también hallaron que la asociación entre IHC y el TDAH fue más fuerte en los nacimientos prematuros y que los que venían de nalgas, en posición transversal (hombros primero) o tenían complicaciones del cordón están relacionados con un 13 por ciento más de riesgo de TDAH, asociaciones que se encontraron incluso después de controlar la edad gestacional y otros factores de riesgo potenciales.
"Nuestros hallazgos podrían tener implicaciones clínicas importantes, podrían ayudar a los médicos a identificar a los recién nacidos con alto riesgo que podrían beneficiarse de la vigilancia y el diagnóstico temprano, cuando el tratamiento es más eficaz. Sugerimos a futuras investigaciones que se centrenn en las condiciones pre y posnatal y las asociaciones con resultados adversos, como el TDAH", subrayó Getahun.ep

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