miércoles, 22 de mayo de 2013

La música reduce la ansiedad y el uso de sedantes en pacientes críticos

Cuando los pacientes están sometidos a cuidados intensivos y escuchan su música preferida, necesitan un 38% menos de sedación y analgésicos, concluyó un estudio realizado entre unos 400 pacientes

Una nueva herramienta podrán utilizar ahora las unidades de cuidado intensivo de hospitales y clínicas para ayudar a los pacientes a salir de su condición crítica y reducir las secuelas que provoca una estadía en este tipo de servicios.
Se trata de hacerles escuchar su música favorita, lo que reduce la ansiedad que experimentan y permite disminuir las dosis de sedantes y analgésicos que necesitan. El estudio, en que participaron unos 400 pacientes de cinco hospitales de la zona de Minneapolis, en Estados Unidos, se publica online en la revista JAMA.
Los pacientes, con la ayuda de un terapeuta, pudieron elegir su música favorita, que después escucharon con auriculares. Cuando se les aplicó la terapia musical, estos pacientes experimentaron una reducción de un 36% en sus niveles de ansiedad y necesitaron dosis un 38% menor de sedantes y analgésicos.
Para esta investigación, que se extendió desde septiembre de 2006 hasta marzo de 2011, se reclutaron pacientes con una edad promedio de 59 años que requirieron ventilación mecánica porque sufrían una falla respiratoria.
Todos recibían sedación y analgésicos intravenosos para reducir su ansiedad y permitirles sincronizarse mejor con la ventilación. Un grupo de médicos de la Facultad de Medicina de la Sorbonne comenta este hallazgo en un editorial de la revista.
Ellos advierten que los estudios demuestran que cuando el paciente está en la UCI experimenta confusión, delirios, estrés agudo, pesadillas, alucinaciones y trastornos del sueño.
Para los expertos, el mayor progreso que representa esta investigación es la posibilidad de reducir en forma importante la sedación, ya que se le asocia en forma crucial con problemas de memoria después que la persona se recupera. 
"La música les da a los pacientes un estímulo que es familiar y confortable, y cuando es la favorita de la persona, le permite aminorar su ansiedad. Se trata de una medida de bajo costo, fácil de implementar y que disminuye notablemente los efectos adversos de estos cuidados intensivos", escriben los autores del trabajo, que fue liderado por Linda L. Chlan, de la U. Estatal de Ohio. (El Mercurio/GDA)

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