viernes, 15 de julio de 2011

Hallan compuesto para combatir la meningitis


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BBC Salud   
viernes, 15 de julio de 2011
Científicos en Estados Unidos descubrieron una sustancia que podría ofrecer protección contra más de 300 cepas de la bacteria meningococo B, que causa la meningitis.

Se trata, dice el equipo de investigadores de Italia y Estados Unidos, de un nuevo antígeno, una sustancia externa que puede desencadenar una respuesta del sistema inmune.

El compuesto, afirman los científicos en la revista Science Translational Medicine (Science, Medicina Traslacional), podría ser utilizado en una vacuna universal contra cientos de variantes del meningococo.

La meningitis es una enfermedad potencialmente letal que provoca la inflamación de las meninges, las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal.

La enfermedad puede producir daño cerebral, discapacidad para el aprendizaje, sordera, amputación de extremidades y muerte.

La meningitis es un grave problema principalmente entre los niños, los más susceptibles a la infección.

Aunque la enfermedad puede ser producida por un virus, la causa más frecuente son las bacterias, en particular la Neisseria meningitidis o meningococo.

Y éste es un peligroso patógeno, no sólo por su capacidad para causar meningitis, sino porque también puede llevar a otras enfermedades, en particular la sepsis, cuando la bacteria invade la sangre, pudiendo causar la muerte en unas cuantas horas.

Diversidad genética

Hay cientos de cepas de meningococo y actualmente ya existen vacunas contra algunas de ellas, como los grupos A, C, W-135 e Y. Pero para el meningococo B, que es la más variante predominante y más común, no hay una inmunización.

El desarrollo de esta vacuna, como afirman los expertos, ha sido hasta ahora un enorme desafío principalmente debido a las numerosas cepas que circulan de este patógeno y a las dificultades para controlarlo.

"Debido a que mucha gente alberga a la bacteria sin mostrar síntomas, el pequeño porcentaje que progresa a desarrollar una enfermedad tiene un impacto sustancial en la salud pública", explican los científicos.

"Se dan unos 100 casos por cada 100.000 personas durante las epidemias", señalan.

El meningococo, explican los científicos, ha sido muy difícil de controlar hasta ahora debido a "su considerable diversidad genética, con 13 serogrupos, cada uno conteniendo a múltiples serotipos".

Ahora, sin embargo, parece haber nuevas esperanzas para el desarrollo de una potencial vacuna universal contra cientos de estas variantes de meningococo.

La investigación fue llevada a cabo en por el Instituto Novartis de Vacunas y Diagnósticos de Siena (Italia), la Universidad de Florencia (Italia) y el Instituto de Genómica de la Fundación de Investigación Novartis de San Diego (EE.UU.).

En el estudio, el doctor Rino Rappuoli y su equipo crearon en el laboratorio 54 inmunógenos antígenos.

Los antígenos son sustancias que pueden ser introducidas en el organismo para desencadenar la formación de anticuerpos y provocar una respuesta del sistema inmune, el cual se encargará de matar o neutralizar a la sustancia una vez que la reconoce como un invasor potencialmente dañino.

En el experimento los investigadores probaron en ratones cuáles de los inmunógenos producían anticuerpos cuando se les exponía a diversas cepas de meningococo B.

Descubrieron que ocho inmunógenos en particular provocaban la mejor respuesta de anticuerpos.

Posteriormente probaron estas sustancias en otros experimentos con ratones y con un grupo más amplio y diverso de cepas de meningococo B.

Entre los ocho, informa el doctor Rappuoli, encontraron a un "inmunógeno de calidad superior", que llamaron G1, "capaz de inducir a los anticuerpos para que mataran a todas las cepas de meningococo B".

Los resultados todavía deberán probarse en estudios más amplios. Es posible, dicen los investigadores, utilizar este enfoque para desarrollar una vacuna basada en el G1 capaz de ofrecer una protección amplia contra el meningococo B.

Los expertos afirman, además, que este mismo enfoque podría utilizarse en el diseño de vacunas con inmunógenos que puedan combatir a otros patógenos, como el VIH que, debido a su alto grado de diversidad, demuestran ser muy difíciles de controlar.



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