lunes, 4 de julio de 2011

Más trabajo, más depresión


Los trastornos mentales son la causa de una de cada ocho inasistencias a los centros laborales. Los subsidios por enfermedad crecieron 77% en una década.

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El trabajo es salud? Para el refrán no hay duda admisible: es un sí rotundo. Sin embargo, los datos estadísticos que arroja el Banco de Previsión Social (BPS) permiten una lectura alternativa. En épocas en que este organismo celebra números históricos de contribuyentes, bajo desempleo y descenso del trabajo "en negro" -con el paulatino ingreso de colectivos como monotributistas o personal doméstico- también se registran cifras récord en materia de certificaciones y subsidios por enfermedad.

Es que según datos oficiales del BPS, en todo 2010 se registraron 223.649 beneficiarios del seguro de enfermedad. Esto es: un 16,6% más que en 2009 y un significativo 77,1% más que en 2000, una década atrás.

Paralelamente, los "trastornos mentales" pasaron en poco más de una década de ser el sexto al segundo causal de ausentismo laboral. Tanto que, el año pasado, una de cada ocho certificaciones fueron por esta causa. Y estos son considerados la clave para explicar el considerable aumento de las faltas al trabajo.

salud mental. Cambiando el enfoque, ¿sólo el aumento del número de afiliados podría explicar estos incrementos? También de acuerdo con el BPS, el número de trabajadores registrados dependientes de la actividad privada (aquellos que tienen derecho al subsidio por enfermedad, siempre y cuando la inasistencia sea igual o mayor a tres días) a diciembre de 2010 ascendían a 983.247. Esto significó un aumento del 77,8% respecto al mismo mes de 2000 y un 8,1% más que en el final de 2009.

Comparado con una década atrás, los números cierran casi a la perfección. Prácticamente hubo el mismo aumento de subsidiados que contribuyentes del sector privado. Pero si se toma en cuenta la diferencia entre 2009 y 2010, queda claro que la relación no es tan obvia.

Nuevamente, números. En 2010 el BPS registró un total de 401.739 certificaciones de inasistencia al trabajo por enfermedad (que involucran al universo total de afiliados). La mayor causal, con un 23% (92.340), corresponde a las "enfermedades del sistema osteomuscular y del tejido conjuntivo", un enorme ítem que incluye tendinitis, contracturas, artritis y un largo etcétera. Y ya en segundo lugar se ubican los "trastornos mentales", considerados hoy como la gran causa del incremento del ausentismo.

En 2010, un 12,5% de las certificaciones (50.218) fueron por patologías relacionadas con la psique. Entre ellas, los diagnósticos de "depresión" fueron la amplísima mayoría (un 52%).

Dicho de otra forma: a aproximadamente una de cada 15 personas que debieron faltar a su trabajo por enfermedad se les diagnosticó un cuadro depresivo. También fueron comunes las crisis de pánico y los cuadros de ansiedad (ver nota aparte).

De todas formas, según se indicó en el BPS, lo más significativo es que en 1999, los trastornos mentales representaban "apenas" el 5,88% de la incapacidad laboral temporal. Estaban en un sexto lugar en un imaginario "ranking" de causas de inasistencias. Ahora están segundos, luego de aumentar más del doble su presencia en poco más de una década.

Distintos expertos en el mundo laboral entienden que estos guarismos reflejan las nuevas tendencias mundiales en este campo, que también se han venido observando en los últimos tiempos. Esto es, la carga física está siendo desplazada por la psíquica (relacionada con la metodología de trabajo, el interrelacionamiento personal, el estímulo a la hora de desarrollar una tarea, el estrés, positivo o negativo; el "ambiente", para resumirlo en una palabra) en el mundo del trabajo.

Finalmente, del tercero al quinto lugar como causal de incapacidad laboral temporal, se suceden: los "traumatismos" (9%), los "tumores" (5%), las "enfermedades del aparato circulatorio" (4,3%). Una cuestión exclusiva de las mujeres, "complicaciones del embarazo, parto y puerperio", se ubica sexta.

organización. Varios informes sobre ausentismo laboral elaborados por el BPS, a los que accedió Domingo, concluyen que todo lo relacionado en la estructura de trabajo (como lo ambiental, el "clima" del entorno laboral, los estímulos o la flexibilidad) guarda tanta o más relación que la cantidad de afiliados al organismo para explicar el aumento de las certificaciones.

Esta situación trae da la mano uno de los grandes problemas de este tiempo: el estrés laboral, al que los expertos vinculan más a factores organizacionales (del trabajo) que personales (del trabajador).

Los motivos son tantos como puedan imaginarse: desde la temperatura y la ventilación del ámbito donde se desarrollan las tareas hasta las condiciones higiénicas; desde la distancia del hogar a la elasticidad en los horarios; desde la competitividad por un puesto hasta la motivación. Si bien no todas las personas reaccionan igual ante los mismos estímulos, el delicado equilibrio entre las demandas de productividad y la capacidad de respuesta del trabajador dependen mucho más del entorno que del individuo.

Además, la popularización reciente de términos como estrés, burnout (o Síndrome del Desgaste Ocupacional, o del Trabajador Desgastado, o del "Quemado"), o mobbing (anglicismo que refiere al acoso moral o psicológico en el ámbito laboral), hace que más gente termine pidiendo ayuda, luego de somatizar su problemática en cuadros depresivos, problemas de sueño, afecciones gástricas o cardíacas.

Entre ellas y ellos

En el caso de las certificaciones de enfermedades por patologías mentales del BPS, las mujeres representan aproximadamente seis de cada diez casos. Por el contrario, cuando el motivo del ausentismo responde a "traumatismo", la proporción es de siete a tres a favor de los hombres; suele darse en trabajos que requieren un considerable esfuerzo físico.

En los otros grandes causales de inasistencia, no hay diferencias notorias entre sexos. El organismo registra apenas alguna predominancia femenina en "enfermedades del sistema osteomuscular" y "tumores", y masculina en "enfermedades del aparato circulatorio".



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