El esófago de Barrett posee una etapa en la que el cáncer se puede prevenir mediante la eliminación de las células pre-cancerosas; sin embargo, la correcta identificación de estas áreas ha demostrado ser problemática, ya que fácilmente se pueden pasar por alto durante la endoscopia y biopsia.
Ahora, un equipo de investigadores con sede en la Unidad Celular del Cáncer en Cambridge -dirigido por la doctora Rebecca Fitzgerald, en colaboración con Lara Mahal, profesora de Química de la Universidad de Nueva York y el profesor de Química, William Eng- ha descubierto un nuevo mecanismo para la identificación de células en la displasia de Barrett, que consiste en pulverizar una sonda fluorescente que se adhiere a los azúcares y resalta las células anormales durante la endoscopia.
Mediante el análisis de los azúcares presentes en las muestras de tejidos humanos, tomados de diferentes etapas del cáncer -utilizando una tecnología de microarrays desarrollada por Mahal en la Universidad de Nueva York- los investigadores observaron diferentes moléculas de azúcar presentes en la superficie de las células pre-cancerosas. Esta tecnología utiliza las proteínas de azúcar, conocidas como lectinas, para identificar cambios en los azúcares e identificar proteínas de germen de trigo como un potencial diagnóstico. Cuando las proteínas de germen de trigo, unidas a un marcador fluorescente que brilla bajo un determinado tipo de luz, fueron rociadas sobre las muestras de tejido, mostraron una disminución de la unión celular en las áreas de displasia.
"El aumento de casos de cáncer de esófago en el Reino Unido, y en todo el mundo occidental, significa que cada vez es más importante encontrar maneras de detectarlo lo más pronto posible", afirma Fitzgerald, quien añade que "nuestro trabajo tiene muchos beneficios potenciales para las personas con esófago de Barrett, que tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de esófago".

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