martes, 27 de marzo de 2012

Después de la prisión, aumenta el riesgo de morir

Los ex convictos son dos veces más propensos que otros residentes de Nueva York a morir por una sobredosis de drogas o un homicidio, señaló un estudio sobre más de 155.000 personas liberadas de las cárceles de la ciudad durante cinco años.

Ese riesgo era especialmente alto en las primeras dos semanas de libertad, cuando se multiplicaba entre cinco u ocho veces.

Algunos ex convictos (blancos y personas sin techo antes de ir a la cárcel) también eran más propensos a intentar suicidarse.

Los resultados publicados en American Journal of Epidemiology coinciden con estudios previos de otras ciudades de Estados Unidos, Reino Unido y Australia, según asegura el equipo de Sungwoo Lim, del Departamento de Salud e Higiene Mental de la Ciudad de Nueva York.

Pero también destacan la necesidad de contar con más programas, incluida la consejería en salud mental y el tratamiento de las adicciones, que comiencen en las cárceles y continúen en la comunidad, después de liberar a los convictos.

Más de la mitad de los estadounidenses que están detrás de las rejas tienen síntomas de distintos trastornos psiquiátricos que van desde la esquizofrenia hasta la depresión grave. La mayoría de ellos reúne los requisitos clínicos de la adicción a las drogas o el alcohol.

Pero sólo un cuarto de los convictos y el 7 por ciento de los que están encarcelados reciben un tratamiento psiquiátrico mientras están privados de la libertad.

Algo más de 2 millones de estadounidenses están encarcelados, principalmente son hombres negros e hispanos. Pero mucho más "entran y salen" de las cárceles cada año.

MUERTES POR ADICCIONES U HOMICIDIOS

Los resultados surgen de 155.272 mayores de 16 años que habían pasado por lo menos una noche encarcelados en Nueva York entre el 2001 y el 2005.

En total, 1149 de esas personas murieron después de quedar en libertad en algún momento durante el estudio. Eso incluyó 219 muertes por consumo de drogas y 219 homicidios.

Al comparar esos resultados con los de la población de Nueva York, el equipo observó que los ex convictos eran seis veces más propensos a morir por consumo de drogas u homicidio.

Y el riesgo era dos o tres veces mayor que en las zonas más pobres de la ciudad, lo que sugiere que el ambiente barrial no sería la única causa del aumento de ese riesgo.

También hubo 35 suicidios entre los ex convictos, pero el riesgo no fue mayor que en la población general. Sin embargo, los ex convictos blancos o sin techo eran los más propensos a intentar suicidarse antes de ir a la cárcel.

Según el Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York, "existen estrategias para programar la liberación de las personas con enfermedades mentales y adicciones orientados especialmente a actuar como nexo entre los exconvictos y la atención de la salud en la comunidad, a la que tienen la posibilidad de acceder".

"Luego de liberarlos, todos los ex convictos reciben nuestros materiales para la prevención de sobredosis", señaló un portavoz del departamento. "Se necesitan más estudios para evaluar el impacto de la consejería y el tratamiento en el riesgo de morir y la relación entre los homicidios y la compra/venta de drogas".

FUENTE: American Journal of Epidemiology, online 13 de febrero del 2012.



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