martes, 14 de febrero de 2012

Nuevas evidencias que relacionan la obesidad con la alteración de determinadas funciones cerebrales

Investigadores finlandeses demuestran que en las personas obesas, el metabolismo cerebral de la glucosa es significativamente mayor en las regiones estriatales del cerebro, implicadas en el proceso de las recompensas.
El cerebro de los individuos obesos, a diferencia del de los delgados, podría estar generando de modo constante señales que empujen a comer, incluso cuando el organismo no necesita una cantidad adicional de energía, según un estudio de la Universidad de Turku y la Aalto University, en Finlandia, publicado en PLoS ONE.
Aunque la obesidad suele ser el resultado de una excesiva ingesta de energía, aún está por aclarar por qué algunas personas son propensas a ganar más peso que otras.
Dado que el sistema nervioso central está íntimamente relacionado con las señales de ‘hambre’ y el control de la ingesta de comida, es posible que el motivo de que una persona gane peso y sufra obesidad esté en el cerebro.
Para comprobarlo, investigadores de la Universidad de Turku y la Aalto University midieron el funcionamiento de los circuitos del cerebro implicados en este proceso utilizando diversos métodos de imagen cerebral en individuos con obesidad mórbida y en sujetos delgados, miembros del grupo de control.
El resultado reveló que en personas obesas, el metabolismo cerebral de la glucosa era significativamente mayor en las regiones estriatales del cerebro, implicadas en el proceso de las recompensas.
Además, el sistema de recompensa de los individuos obesos respondía más enérgicamente ante imágenes de comida, mientras que las respuestas en las regiones corticales frontales implicadas en el control cognitivo estaban apagadas.


PLoS ONE (2012); doi:10.1371/journal.pone.0031089

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