Los investigadores, que dividieron a las madres en cuatro grupos, según el nivel de vitamina D adquirido durante su embarazo, deducieron que los problemas en el comportamiento y en el impacto emocional eran los mismos.
Sin embargo, vieron que los hijos de las madres que habían consumido menos vitamina D durante su embarazo tuvieron problemas en el lenguaje a los 10 años (en un 18%) frente a los descendientes del otro grupo (8%).
"Si la deficiencia de vitamina D durante la etapa prenatal es el desencadenante de problemas en el lenguaje durante la infancia, entonces el complemento de vitamina D en mujeres embarazas puede ser de gran ayuda", ha precisado el experto.
Estudios anteriores habían relacionado la poca ingesta de vitamina D durante el embarazo con problemas infantiles, como huesos frágiles, asma o dificultades en el crecimiento, aunque no lo vinculaban con problemas en el lenguaje. De esta manera, el investigador principal ha lamentado que "los efectos de la poca ingesta de vitamina D en el desarrollo del hijo no sean comprendidos del todo" por la sociedad.
Por último, otros investigadores han sugerido incluir la obesidad en futuros estudios dentro de este campo. "Sabemos que las madres obesas son más propensas a tener niños con retrasos en el desarrollo y con problemas cognitivos", ha precisado Lisa Bodnar, profesora de la Universidad de Pittsburgh, situada en Estados Unidos.Fuente: Europa Press

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