Un estudio de la Universidad de Washington describe cómo un grado severo de este trastorno afecta a la liberación del neurotransmisor dopamina en el núcleo accumbens, una región del cerebro relacionada con la recompensa y el placer. Científicos de la Universidad de Washington (EE UU) han descubierto el mecanismo molecular que explica la relación entre un estrés prolongado y los trastornos depresivos.
La investigación, publicada en la revista Nature, muestra cómo el estrés agudo o puntual secreta el neurotransmisor CRH (hormona liberadora de corticotropina). Esta molécula provoca la liberación de dopamina, comúnmente asociada con el sistema cerebral del placer.
Pero, tal y como señala a SINC Paul Phillips, autor principal del estudio, “tras el estrés prolongado, esta función reguladora de la CRH se pierde, y no se libera más dopamina, lo que puede conducir a la depresión. La función no vuelve a recuperarse en meses”.
Repuesta negativa al estrés agudo
Otra de las consecuencias del estrés crónico es, según los autores, que el organismo comienza a ofrecer una respuesta de aversión a la CRH. Por ello, ante nuevas situaciones de estrés agudo -en las que se secreta este neurotransmisor- la respuesta emocional es negativa, lo que fomenta el estado depresivo.
“En el futuro trataremos de indagar en los procesos de señalización intracelular que causan los cambios inducidos por el estrés y buscaremos fármacos que puedan revertir el cambio”, concluye Phillips.
Jano.es

La investigación, publicada en la revista Nature, muestra cómo el estrés agudo o puntual secreta el neurotransmisor CRH (hormona liberadora de corticotropina). Esta molécula provoca la liberación de dopamina, comúnmente asociada con el sistema cerebral del placer.
Pero, tal y como señala a SINC Paul Phillips, autor principal del estudio, “tras el estrés prolongado, esta función reguladora de la CRH se pierde, y no se libera más dopamina, lo que puede conducir a la depresión. La función no vuelve a recuperarse en meses”.
Repuesta negativa al estrés agudo
Otra de las consecuencias del estrés crónico es, según los autores, que el organismo comienza a ofrecer una respuesta de aversión a la CRH. Por ello, ante nuevas situaciones de estrés agudo -en las que se secreta este neurotransmisor- la respuesta emocional es negativa, lo que fomenta el estado depresivo.
“En el futuro trataremos de indagar en los procesos de señalización intracelular que causan los cambios inducidos por el estrés y buscaremos fármacos que puedan revertir el cambio”, concluye Phillips.
Jano.es

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