Los pacientes también fueron sometidos a una broncoscopia, resección en cuña y/o lobectomía, requeridos para el diagnóstico final. Los nódulos que retrocedieron o se mantuvieron estables a lo largo de un período de 24 meses fueron considerados benignos.
Las dos técnicas identificaron con precisión 53 nódulos pulmonares malignos y 19 benignos. Además, el método de nanoarrays discriminó entre adenocarcinoma y carcinoma de células escamosas, y entre la enfermedad temprana y la enfermedad avanzada.
Este tipo de prueba podría ayudar a resolver algunos de los problemas de la detección por tomografía computarizada (TC). Mientras que la TC ha reducido la tasa de mortalidad en un 20 por ciento, muchas personas tienen que someterse a procedimientos invasivos sólo para descubrir si sus nódulos pulmonares son cancerosos, con una tasa de falsos positivos del 96 por ciento.
Los autores concluyen que "la prueba de aliento podría tener un impacto significativo en la reducción de exploraciones innecesarias y reducir el riesgo relacionado con el procedimiento y los costos. Además, podría facilitar una intervención terapéutica más rápida".Europa Press

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