viernes, 2 de septiembre de 2011

Marcapasos como un grano de arroz

ElObservador.com.uy   
jueves, 01 de septiembre de 2011
Crearon un nanomarcapasos que no utiliza baterías sino la energía del corazón

Aunque en Colombia el nombre de Jorge Reynolds es reconocido como el del inventor del marcapasos, su nombre no siempre figura en los artículos que dan cuenta de la historia de este aparato (ver En disputa). Sin embargo, más allá de esto, este ingeniero en electrónica bogotano parece estar más interesado en el futuro que en el pasado del invento.

Según difundió BBC, Reynolds acaba de presentar un prototipo capaz de revolucionar el dispositivo del que dependen millones de personas con problemas cardíacos de todo el mundo: se trata de un nanomarcapasos que mide la cuarta parte de un grano de arroz y no utiliza baterías, sino una combinación de energía piezoeléctrica (que se produce al comprimir cierto tipo de cristales) y la energía producida por el propio corazón. Para esto último emplea un puente aurículo-ventricular inspirado en las investigaciones que Reynolds hizo sobre el corazón de las ballenas.

“Lo que hace es un puente del sistema eléctrico que por alguna razón, por hipertensión o por alguna cosa, ha dañado esas cuerdas eléctricas que tiene el corazón”, explicó Reynolds, agregando que parte de lo aprendido estudiando el corazón de las ballenas se lo aplicó al nuevo marcapasos.

La idea fue incluida hace tres años en la lista de las 100 mejores innovaciones inspiradas por la naturaleza, a la que se le han agregado otras innovaciones, como el uso de nanolitografía para los circuitos eléctricos, la energía piezoeléctrica y los últimos avances en telecomunicaciones, que permitirán conectar el marcapasos con cualquier celular para facilitar su monitoreo.

Según Reynolds, ya está listo el primer prototipo de este aparato pero no para implantación en humanos, sino para experimentación, pero “pienso que en tres años podemos tener el marcapasos ya en humanos, porque ahora tiene que entrar en una fase de investigaciones en tejidos vivos”, adelantó el investigador.

El nanomarcapasos es un ejemplo de lo mucho que ha avanzado la tecnología desde que Reynolds construyó su primer marcapasos en 1958 para salvarle la vida a un paciente de la clínica Shaio de Bogotá.

Ese marcapasos, que se conserva en la Academia nacional de Medicina de Colombia, era más grande que una batería de auto y según Reynolds se trató del primero con electrodos internos del mundo y “el primero que le colocó a un paciente de forma definitiva”.
“Muy cercano a esto están los suecos, que hicieron su primer marcapasos en el Instituto Karolinska. Pero ese primer marcapaso de los suecos le duró al paciente tres horas, el mío le duró al paciente 18 años”, dijo Reynolds, recordando que entre los dos inventos hubo una diferencia de unos quince días y que, mientras el suyo era un marcapasos externo, el desarrollado por Rune Elmqvist en Suecia era implantable.

Reynolds afirma que no le molesta que en algunas publicaciones su contribución no siempre sea reconocida de la misma manera que la de otros pioneros y piensa más hacia delante que otra cosa. “Mi vida ha sido el corazón. Y cuando uno tiene 75 años hay que trabajar más, hasta que se pueda, y de esta manera ojalá se alcance a dejar ese marcapasos funcionando”, dijo.

En disputa
Además de Reynolds y Elmqvist, la patente del marcapasos está en disputa entre los australianos, que reclaman la creación para Mark Lidwell –quien en 1928 desarrolló un aparato que permitía la transmisión de impulsos eléctricos al corazón–, los estadounidenses, que dicen lo mismo de Albert Hyman –quien en 1938 fue el primero en utilizar el nombre de marcapasos para un invento similar–, los canadienses, que insisten en que el verdadero inventor fue John Hopps –quien en 1950 desarrolló un marcapasos externo.


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